La transfiguración del Señor

Transfigurar

Transfigurar cada instante con el halo de la belleza. En cada ojo que te mira, saber que se halla oculta una súplica de amor.
Pasar haciendo el bien, acariciando las cosas y los hombres como si fueran una flor o una estrella que nos hubiera nacido entre las manos.
Regalar la sonrisa sin usura y agradecer a todo cuanto existe el hecho de existir.
Hacer de cada día un cuadro de colores alegres, compasivos, cálidos, transparentes y acordados.
Caminar en silencio, con el alma abierta a los cuatro cardinales.
Ser una nota más en el himno grandioso del palpitar pausado de los mundos.
Estar a gusto aquí, en el Tabor glorioso de este instante, y dejar si es posible nuestra huella en la pasión de la palabra justa o en el temblor de la justa pincelada.
(Adolfo Sarabia)

 

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7400

¿Cuál es tú tesoro?

La Iglesia no puede renovarse desde su raíz si no descubre el “tesoro” del reino de Dios. No es lo mismo llamar a los cristianos a colaborar con Dios en su gran proyecto de hacer un mundo más humano, que vivir distraídos en prácticas y costumbres que nos hacen olvidar el verdadero núcleo del Evangelio.
El Papa Francisco nos está diciendo que “el reino de Dios nos reclama”. Este grito nos llega desde el corazón mismo del Evangelio. Lo hemos de escuchar. Seguramente, la decisión más importante que hemos de tomar hoy en la Iglesia y en nuestras comunidades cristianas es la de recuperar el proyecto del reino de Dios con alegría y entusiasmo.

 

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7395

Dejarse transformar para poder ser fermento

Envíanos tu Espíritu

A veces, nos faltan las fuerzas. Danos tu fortaleza.
A veces, no sabemos qué camino escoger. Danos tu consejo.
A veces, abandonamos con facilidad cuidar un corazón orante. Danos tu piedad.
A veces, perdidos en el pasado y en el futuro, se nos olvida saborear los regalos
que nos das en el momento presente. Danos tu sabiduría.
A veces, no entendemos tus cosas y tus caminos. Danos tu entendimiento.
A veces, nos perdemos en elucubraciones y teorías, olvidando que la mayor
ciencia es amar. Danos tu ciencia.
A veces, tememos perder fama, reconocimiento, aplausos. Que nuestro único
temor sea perderte a ti, quedarnos sin ti, dejar de seguirte y de darnos a los
demás. Danos el don de temor de Dios.
Envíanos tu Espíritu para que en todo sepamos amar y servir.
(Fermín Negre)

 

Liturgia del domingo

Enlace permanente a este artículo: https://www.divinomaestro.com/?p=7390