Datos Biográficos
Soledad Rodríguez Pérez, nace en Zamora el día 1 de febrero de 1904. Es la novena de diez hermanos, en el hogar de Manuel y Paula. Es feliz, en su familia la llamarán “Solita”. Es feliz con sus padres y sus hermanos, aunque D. Manuel tiene que pasar largas temporadas fuera de casa. Es destinado a Sevilla, con el cargo de Jefe de Telégrafos.
Tiene Solita 5 años cuando recibe el primer golpe de dolor. Muere su padre. Paula y sus hermanos abandonan Zamora y se van a Madrid, ciudad amplia, cosmopolita, diferente y se instalan en la calle Torrijos N.º 20, un entresuelo. Baja la economía, se nota mucho la falta de padre. Hay que buscar nuevas soluciones. Y la niña va interna al Colegio de las Huérfanas de la Beata María Ana de Jesús. En este Colegio recibe la Primera Comunión el día de la Inmaculada en el año 1914.
Rasgos de su persona
La niña, la adolescente y la joven con la que nos encontramos en estos primeros decenios del siglo es amplia y sencilla como la tierra que la vio nacer. Posee una educación no rebuscada pero exquisita. Un carácter sensible y delicado. Es afable, obediente, piadosa, sincera. Y cuando estudia, estudia bien.
Sabía escuchar, captaba las ideas de las cosas y sobre todo lo que había dentro de cada persona, y al acercarse a ella todos sentían y tenían la seguridad de saberse acogido y comprendido. ¡Tenía mucho don de gentes! Sonrisa habitual, serenidad, cariño expresado de múltiples maneras… Toda su persona era expresión de gran delicadeza y paz, de una enorme grandeza de corazón. ¡La quería el colegio entero! La querían las familias y las niñas. Sobre todo la querían íntimamente sus hermanas. Y es que Madre Soledad es un “sol”.
Vocación
Es una joven feliz en una familia que tiene que luchar por la subsistencia diaria. Ya han pasado los años de las “vacas gordas”. Todos la quieren, pero su corazón inquieto no se acomoda. ¿Qué hacer?
Ingresa en las RR. Escolapias a los 16 años. Ya novicia, tomó hábito el 12-09-22. Sale del convento por motivos de enfermedad. Regresa, restablecida, haciendo el 12-09-26 su Profesión Temporal y 3 años más tarde, su consagración definitiva a Dios en la Sierra de Córdoba.
Su misión estaba por aquel entonces en el Colegio de Santa Victoria, Córdoba. En la clase de párvulas o con niñas mayores, todos los que la trataban la querían de verdad y todos coincidían en lo mismo: “da gusto estar con Madre Soledad”.
Sus clases eran una delicia, era creativa. Buscaba y ponía a disposición de las alumnas nuevos métodos y recursos pedagógicos que influían positivamente en su desarrollo integral, Sus puertas están abiertas porque ella vislumbra, que entre todos es más fácil la labor educativa. Era una enamorada de su vocación y profesión.
Fundadora
Se dirige espiritualmente con el Señor Deán de la S.I.C. de Córdoba, Don Francisco Blanco Nájera, coincidiendo ambos en la idea de fundar una Congregación de Religiosas educadoras, dedicadas exclusivamente a los pobres.
En la Nochebuena de 1941, M. Soledad presenta su proyecto de fundación a Don Francisco. El 12-11-44, el Dr. Blanco Nájera es Consagrado Obispo para la Diócesis de Orense. Circunstancias imprevistas, pero providenciales, adelantan el comienzo de la nueva Obra. El 07-12-44, en la Vigilia de la Inmaculada, salen de las RR. Escolapias M. Soledad y M. Inés, dando así comienzo a la Congregación de Misioneras de Divino Maestro.
Misión
El 10-03-45, M. Soledad, M Inés y M. Amalia abren en Baza (Granada) la primera Casa con el apoyo y acogida de Mons. Álvarez Lara, Obispo de Guadix.
Pronto se reúnen con la primeras Misioneras, un gran número de jóvenes que desean seguir sus pasos. Tienen urgencia por hacer realidad el Mandato de Jesús Maestro “Id y enseñad”, sienten, el fuego de su Palabra “Los pobres son evangelizados”. Porque su afán es dar a conocer a Jesucristo en los ambientes más pobres, siendo otros Cristos, desde el “Aprended de mi”.
La Primera Profesión Perpetua tiene lugar en Orense el 11-02-48, presidida por D. Francisco Blanco Nájera. La pronta y santa muerte de éste, el 15-01-52, pone a prueba el temple de fe de M. Soledad y el 25-05-52, la vemos partir para Venezuela con la primera expedición de Misioneras del Divino Maestro. Su celo misionero la impulsa a establecer varios puestos de Misión en el Congo (1958). También abre una Casa en Francia y otra en Alemania. En 1962 funda Bucaramanga (Colombia). Su salud, siempre precaria, quiebra definitivamente, a poco de su reelección como Superiora General el 15-01-65, y después de largos meses de sufrimiento paciente, el Señor la llama el 28-10-65. Sus restos descansan en la Casa Noviciado de Orense, que ella había inaugurado el 15-08-64, y donde, desde el 11-02-64, descansan también los restos del Padre Fundador.