Jesús de Nazaret
Eres pan universal que bajaste del cielo subiendo desde el surco, y eres levadura inquieta, disuelves eternidad entre la harina y llenas la vida de preguntas.
Eres horizonte que nos llama hasta lo más hondo del deseo desde la creación en ti reconciliada, y eres camino que se estrena en el sendero más pequeño que te busca saliendo de sí mismo.
Eres fuego inextinguible que nos hace luz en ti y nos quema lo que estorba, y eres el agua de la vida que mana sin prisas en mi pozo y alienta rostros y desiertos.
Eres el viento impetuoso que hincha las velas de audacia sobre el mar encrespado de amenazas, y eres brisa suave y tierna que se sienta en el fondo de mi barca y acaricia la piel arada de salitre.
(Benjamín G. Buelta, sj)
Liturgia