Mi rey, mi Señor, mi todo
¿Quién va a seguir a un rey que porta en su cabeza una corona de espinas? ¿Quién obedecería a un soberano al que dan palizas soldados del último ejército? ¿Quién se humillaría ante un trono que es la cruz donde mueren los delincuentes?
Pero si levanto la vista no puedo dejar de mirar tu entrega majestuosa.
Sé que tus heridas son la prueba del inmenso poder del servicio.
Tu vida arrebatada es la fuente de la mía, de mi vida eterna.
¿Qué sería de mí sin ti, mi rey, mi Señor, mi todo?
Ayúdame a construir tu reino, a ser tu reino, a ser de tu reino.
(Javi Montes, SJ)
Jesucristo Rey del Universo